Al menos 451 médicos fueron agredidos el pasado año en nuestro país, según la primera estadística al respecto, elaborada por el Observatorio de Agresiones de la Organización Médica Colegial (OMC) y presentada ayer. A esta cifra abría que sumar todas aquellas agresiones no registradas, ya que en muchas ocasiones los médicos deciden no denunciar, según Alberto Becerra, coordinador del Observatorio y secretario del Colegio de Médicos de Badajoz. «Esto es sólo la punta del iceberg del problema, ya que todavía las denuncias siguen siendo mínimas», señala.
Según el estudio, el 64,69% de las agresiones se produce en el ámbito de la Atención Primaria, donde, al igual que en las zonas rurales, «la atención está muy personalizada». La peor parte se la lleva el sector público, donde se concentra el 90,63% de las agresiones a médicos, siendo los facultativos de entre 46 y 55 años los más afectados por este hecho, pues acaparan algo más de un centenar del total de agresiones. En cambio, se observa un menor número de casos de este tipo entre los mayores de 66 años y los médicos más jóvenes. «No podemos ponerle un guardia de seguridad a todos los médico», se quejan desde el Observatorio.
Tolerancia cero
Para elaborar este registro, hasta ahora inexistente, ha sido necesaria la colaboración de todos los Colegios de Médicos a la hora de recopilar los datos disponibles. La iniciativa trata de dar respuesta y soluciones a esta lacra social, para la que desde el Observatorio se pide «tolerancia cero».
Si bien no existe un perfil claramente establecido del agresor, sí es destacable el hecho de que el 29% de ellos no eran pacientes, sino familiares de éstos. Sobre las causas que motivan estas agresiones, únicamente el 31% estuvieron motivadas por discrepancias en la atención médica, a pesar de que éste fue el principal desencadenante de la violencia contra los facultativos. Las siguientes causas fueron la negativa a recetar el fármaco demandado por el paciente y las discrepancias personales con el médico.
El 18,55% de las agresiones terminaron en lesiones, y el 71,79% fueron denunciadas. «En muchas ocasiones, el médico no denuncia por miedo, o porque piensa que si no hay lesión no va a conseguir nada», señalan desde el Observatorio. «Los insultos y las amenazas pueden hacer mucho daño», denuncia Juan José Rodríguez Sendín, presidente de la OMC. Por su parte, el doctor Becerra demandó una mayor repercusión mediática para estos hechos. «Un médico agredido es exactamente igual que un político agredido», se queja.
Según el estudio, el 64,69% de las agresiones se produce en el ámbito de la Atención Primaria, donde, al igual que en las zonas rurales, «la atención está muy personalizada». La peor parte se la lleva el sector público, donde se concentra el 90,63% de las agresiones a médicos, siendo los facultativos de entre 46 y 55 años los más afectados por este hecho, pues acaparan algo más de un centenar del total de agresiones. En cambio, se observa un menor número de casos de este tipo entre los mayores de 66 años y los médicos más jóvenes. «No podemos ponerle un guardia de seguridad a todos los médico», se quejan desde el Observatorio.
Tolerancia cero
Para elaborar este registro, hasta ahora inexistente, ha sido necesaria la colaboración de todos los Colegios de Médicos a la hora de recopilar los datos disponibles. La iniciativa trata de dar respuesta y soluciones a esta lacra social, para la que desde el Observatorio se pide «tolerancia cero».
Si bien no existe un perfil claramente establecido del agresor, sí es destacable el hecho de que el 29% de ellos no eran pacientes, sino familiares de éstos. Sobre las causas que motivan estas agresiones, únicamente el 31% estuvieron motivadas por discrepancias en la atención médica, a pesar de que éste fue el principal desencadenante de la violencia contra los facultativos. Las siguientes causas fueron la negativa a recetar el fármaco demandado por el paciente y las discrepancias personales con el médico.
El 18,55% de las agresiones terminaron en lesiones, y el 71,79% fueron denunciadas. «En muchas ocasiones, el médico no denuncia por miedo, o porque piensa que si no hay lesión no va a conseguir nada», señalan desde el Observatorio. «Los insultos y las amenazas pueden hacer mucho daño», denuncia Juan José Rodríguez Sendín, presidente de la OMC. Por su parte, el doctor Becerra demandó una mayor repercusión mediática para estos hechos. «Un médico agredido es exactamente igual que un político agredido», se queja.
Fuente: www.larazon.es
